miércoles, 17 de junio de 2009

nº 3 (El Arje)


¿Qué es más importante,

la llama del Fuego o la braza que la contiene?

Lo primero, como nace el ¿fuego?, quizás lo más simple es decir: todo fuego nace con un combustible y un comburente, su analogía sería, el útero materno con sus óvulos y el hombre con sus espermas, y continuando con las analogías, podemos decir que, en el transcurso de la vida estamos hablando de momentos de llamas y otros de brazas.
Si dijéramos, que la vida misma equivale al fuego, entonces diríamos lo siguiente:
Al principio existe una gran llama, quizás la más luminosa, ya que en la infancia necesitamos mucha luz, para poder ver. Luego, comienza un proceso de reducción de la llama y las brazas cumplen la función familiar, y ese seria el primero gran amor que sentimos, la familia, ellas son las brazas que calientan nuestro hogar. Después, la llama regresa y nos ilumina la visión, pero ya no tiene tanta fuerza su luz, nos sirve para comenzar a ver a las personas que viven en nuestro mundo, pero, trágicamente las mismas llamas de las otras personas forman un cono de sombras, y causa esto, dificultades para poder ver el brillo interno de las otras personas.
en tercer lugar, las brazas son avivadas por un movimiento, un movimiento social, ósea el ingreso al mundo capitalista y en un punto, en un momento en que las brazas comienzan a hacer mucho humo, es el momento en el que solo uno mismo puede, guiar las maderas y dar esa fina, suave e inofensiva - permeable LUZ, la cual es blanquecina, con matices amarillos , que nos permite vernos a nosotros mismos, en el reflejo del río, pero si en ese momento no podemos mover los maderas, un montón de neblina gris tapara nuestro destino y una pequeña chispa soltara de nosotros y generara un fuego, como resultado de aquel que a dejado pagar su FUEGO.
Yo creo que es posible poder mantener los ciclos, hasta que nuestras maderas, dejen cada centímetro de amor por quemar, y al mismo tiempo poder ver esos pequeños y nuevos fuegos que nacen por efecto de nuestras brazas, para con nuestras brazas darles calor y con nuestras llamas darles la luz que ellos necesitan.

17/12/06 Lugar: El Bolsón

D. Eduardo Garay.


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